Es común anhelar certidumbre respecto a la duración de una relación. Sin embargo, con menor frecuencia se contempla la necesidad de sanar aspectos inherentes para asegurar su viabilidad. El tarot, en este contexto, no solo ofrece indicios sobre el porvenir de un vínculo, sino que también desvela las dinámicas subyacentes: miedos, heridas, bloqueos y patrones que requieren transformación.

El amor trasciende la mera compatibilidad; reside intrínsecamente en la conciencia.

Las siguientes cartas no deben interpretarse como presagios negativos, sino como invitaciones a una reflexión honesta sobre los desafíos que usted y su pareja deben abordar:

- La Luna🌛:

Indica confusión emocional, dudas, secretos o emociones no expresadas. Esta carta subraya la necesidad de claridad y comunicación sincera.

- El Diablo👿:

Sugiere la presencia de apegos, celos, control o patrones tóxicos en la relación. Su aparición señala un imperativo de liberación de estas ataduras.

- El 5 de Espadas🗡️:

Refleja conflictos recurrentes, manipulaciones psicológicas o resentimientos silenciados. Invita a cuestionar si el propósito de las discusiones es la victoria o la sanación.

- La Torre:

Anuncia la revelación de una verdad trascendental o una crisis inminente que podría transformar la relación de manera radical, para bien o para mal.

- El 8 de Copas:

Manifiesta una desconexión emocional o la necesidad de replantear el propósito de la relación. Puede indicar que uno de los individuos percibe una carencia fundamental en el vínculo.

La aparición de estas cartas en una lectura de pareja no implica un pronóstico de fracaso. Por el contrario, el tarot le muestra las áreas susceptibles de mejora si existe una voluntad y un esfuerzo colaborativo por parte de ambos individuos.

-El amor consciente no niega los conflictos; los transforma.

-En ocasiones, el verdadero desafío no reside en la pareja, sino en aquello que se evita confrontar.

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El amor genuino se elige, se cultiva y, fundamentalmente, se trabaja.